Una contractura muscular consiste en un espasmo muscular involuntario de un músculo que provoca dolor y endurecimiento del mismo. Se produce por la no relajación de un músculo después de una contracción voluntaria. Esta contracción mantenida e involuntaria provoca dolor e hinchazón en la zona muscular. Suelen aparecer durante el esfuerzo físico o posterior a él si el ejercicio ha sido muy intenso y el músculo no es capaz de volver a su relajación previa.
Las personas más proclives a padecerlas son las sedentarias que realizan un esfuerzo puntual sin que su musculatura esté preparada, personas de edad avanzada o personas con estrés por la tensión continua que frecuentemente conlleva.
Debemos acudir al médico en situaciones con dolor mantenido, si el dolor aumenta o si hay un incremento de la contractura.
El espasmo muscular es difícil de prevenir, pero podemos mantener una postura correcta en nuestras actividades diarias, así como no realizar incrementos bruscos en nuestro entrenamiento o en las cargas de peso que manejamos.
Cuando aparece una contractura, el tratamiento consiste en reposo, calor, masajes y utilización de antiinflamatorios y relajantes musculares.
Ejercicios para tratar las contracturas musculares
Por Jorge Curro Millán, Director General del Instituto Fisiomédico y miembro de TopDoctors.es
01- Estiramiento:
Mejora la calidad de las fibras y la ordenación de las mismas. Realizar el movimiento hasta llegar al endfeel (sensación final) de tensión y aguantar 30 segundos. Repetir y comprobar que hay más distancia desde el origen del movimiento hasta el nuevo punto endfeel.
02- Excéntrico:
Mejora la unión miotendinosa por lo que quita estrés al vientre muscular. Consiste en retener el peso mientras se produce una separación entre el origen e inserción a la vez que el músculo está contraído.
03- Isométrico:
Reordena las fibras y reduce y potencia la solicitación de las mismas. Consiste en realizar una contracción muscular sin que haya movimiento articular entre origen e inserción. Repite 10 veces.
04 - Masaje:
Con una pelota, presiona sobre el punto doloroso hasta que se reduce el dolor. Este automasaje produce una disminución del dolor de la contractura.
Y recuerda, si tienes una contractura, debes pedir cita con tu fisioterapeuta.